Gracias Mama porque me distes la vida, me entregastes tu amor, por escuchar mis dudas, todavía me acuerdo de aquellos consejos que me dabas que me hicieron mejor persona, aunque no estés físicamente presente tu amor sigue guiando mi camino, cada paso que doy en mi vida.
Tengo la
certeza que desde el cielo me vigilas día tras día velando por mi persona, echo
de menos tu rostro, tu sonrisa.
Tus palabras permanecerán siempre en mi memoria, gracias por a ver estado siempre a mi lado en los malos momento y en los buenos, te amo Madre, y nunca dejare de agradecerte llevándote siempre en mi memoria hasta el fin de mis días, descansa en paz en ese lugar hermoso que Dios preparo para ti, que junto a Padre allí desde el cielo velareis por mí.
Un abrazo para los dos allí donde estéis, no os olvidare y siempre os llevare en mi corazón. Os quiero.