Querido
Hermano Templario, considera que para dar Jesucristo nuestro Señor muestras de
ser un buen Pastor, no sólo quiso vestirse del pellico vasto de nuestra
humanidad, para que su rebaño, que son sus escogidos, le conociesen, sirviesen,
amasen y no huyesen de Él; sino que también quiso apacentarlos y mantenerlos
con su propia carne y sangre.
Pondera
Hermano Templario, los buenos oficios que este excelente Pastor a hecho por ti,
cristiano desaprovechado, sustentándote, curándote, buscándote con dolor de su
corazón y lágrimas de sus ojos y con sudor de su rostro, pasando por ti tantos
trabajos y fatigas en devolverte al rebaño sobre sus hombros; y tú, como oveja
perdida e ingrata, te has arrojado de ellos tantas veces por irte a los malos
pastos que emponzoñaban y mataban tu alma. Por ello, sacarás de aquí deseos
vivos y eficaces de seguir las pisadas de tu Pastor, imitándole, caminando por
donde el caminó; y teniendo por cierto que, si de Él te dejas regir y gobernar,
ninguna cosa te faltará.
Recuerda
Hermano, cuántas veces delante de los ojos de este Soberano Pastor, sin temor
ni vergüenza, te has apacentado en los verdes prados y pastos vedados de tus
lujurias, no temiendo el peligro y daño de caer en las uñas y dientes de los infernales
lobos, qué son los demonios, de los cuales como presa suya tantas veces te ha
sacado este buen Pastor. Y por ello, considera cuán mal has agradecido las
mercedes y beneficios que este gran mayoral Cristo Jesús te ha hecho en dar Su
vida por ti; pues no contentándote con ser un discípulo inútil y desaprovechado
en su rebaño, te has hecho lobo carnicero, persiguiéndole con tus pecados.
Saca por
ello grandes deseos de ser un buen Soldado y discípulo de este Pastor tan
bueno, dándole todos tus bienes, sin que nada reserves para ti; esto es, tu
alma y tu cuerpo con sus sentidos, tu corazón, pensamientos, honra, vida y
contento; pues todo esto, porque tanto te ama, dio Él por ti.
Fr. ++++ José Miguel
de Nicolau y González
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM