El espacio total construido, de unos 8.000 metros cuadrados, se puede dividir en tres zonas: la alcazaba, recinto que ocupa la parte más alta del conjunto, donde se ubicaba la sede político militar, el albacar, espacio amurallado donde se refugiaba la población y su ganado en tiempos de enfrentamiento y, por último, la aljama o poblado, situado en la vertiente sur-oriental de la montaña y que también estaba amurallado.
Es en el castillo propiamente dicho donde se localizan las construcciones principales: torre celoquía, capilla gótica, torres gemelas, torre de poniente, aljibe gótico y una inscripción cúfica en la muralla externa, en el lado sur sur-este, pero es el recorrido íntegro de todo el conjunto el que nos puede ofrecer una visión mucho más amplia de lo que podría ser la vida cotidiana en aquellos días.
Cabe destacar, además, la red hidráulica de las casas musulmanas y, particularmente, el aljibe semienterrado, situado junto a la muralla exterior. El aljibe del castillo templario es otra obra significativa, situado al lado de la alcazaba y realizado en piedra de sillería con bóveda rebajada.
En la actualidad, se han ido recuperando y poniendo en valor sus principales edificaciones y se han realizado excavaciones arqueológicas que han permitido descubrir restos de sus primeros pobladores.
HERMANO GRADOLI
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM