La Cruz de Tau,
también llamada cruz de San Antón,
es una figura emblemática en forma de T y que habitualmente se representa con
los extremos de sus brazos ampliados.
La Tau corresponde a la última letra del alfabeto
hebreo y a la decimonovena del alfabeto griego, aunque también fue un símbolo
utilizado en otras culturas como la egipcia el símbolo de la vida eterna. Fue
el santo egipcio San Antonio abad quien
primero la usó como distintivo cristiano y por ello es llamada más propiamente
como cruz de San Antón. Con
color azul sobre el pecho de un hábito negro, era el uniforme distintivo de los
miembros de la orden de san Antonio. Símbolo del dios Mithra de los persas y de
los Aryos de la India. Para ellos, Mithra era el ángel de luz, o la luz
celestial.
Otros pasajes bíblicos hacen referencia a la Tau, por
ejemplo era el símbolo con el que los israelitas marcaban los dinteles de sus
puertas en la celebración de la Pascua y representa a la vara que Moisés
convirtió en serpiente.
La cruzada de los niños de 1212 la tomó por
distintivo. En Jerusalén, una Orden caballeresca que tomó parte en la Segunda
Cruzada era conocida como Orden de la Tau y sus miembros llevaban ese signo en
el cuello de la capa. Por tanto, lo que hizo el santo de Asís fue asimilar un
signo ya existente, que encajaba bien con su espiritualidad e ideales, basados
en la contemplación e imitación de Cristo pobre y crucificado.
Su uso se remonta al mismo Francisco de Asís, quien la
usaba como su firma y sello personal. Durante la época de Francisco y a partir
del IV concilio de Letrán convocado por el papa Inocencio III, la Tau era un
símbolo muy utilizado por la iglesia católica
en general, como signo de conversión y señal de la cruz.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM