Los templarios fue una orden militar y religiosa que obtuvieron la parte próxima a la frontera portuguesa y la Comarca de Alentejano tras cedérsela Alfonso IX el cual la reconquista a los árabes.
Tras la
inclusión en la orden del temple el núcleo perteneció sucesivamente al Señorío
de Alconchel, a la jurisdicción de Jerez de los Caballeros, pasando
posteriormente a integrarse de manera sucesiva, en los dominios de la Casa de
Modejar y Tendilla, y de la Marquesa de San Juan y Piedras Albas. Tiempo
después estas zonas se dividen en Encomiendas o Bayliatos y uno de ellos fue el
de Jerez, al que pertenece Zahínos.
ZAHINOS
El primitivo
nombre de la villa, Castro Fuerte, da idea de que contó con una fortificación
de considerable solidez. Entró dentro de los territorios de la Orden del
Temple, y a la disolución de esta Orden pasa al Señorío de Alconchel,
jurisdicción de Jerez de los Caballeros, Casa de Modéjar, Piedras Albas…
Sufre, como todo el entorno, las guerras con Portugal, que obligan a reconstruir por completo la población. Al contrario de lo que era habitual, el caserío no se traslada de un alto a la llanura, sino que se reconstruye en la parte más elevada, protegida por el castillo.
El
crecimiento urbano motiva que se vayan demoliendo lienzos de la primitiva
fortaleza, hasta dejar como testigo el actual torreón. Esta torre cilíndrica
constituía el último baluarte de defensa de fortaleza, con una entrada
subterránea o mediante una rampa móvil. De este modo, en caso de peligro se
bloqueaba el acceso con facilidad.
Disponía de cuatro plantas de estancias amplias. Su altura es de casi 13 metros y el diámetro de la torre roza los 30 metros. La torre está elevada sobre un pódium, de manera que tampoco la puerta quede al nivel del suelo. Está coronada por una balaustrada de ladrillo y una espadaña de construcción muy posterior.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM