LA
CIUDAD FORTIFICADA POR RODRIGO
DÍAZ DE VIVAR
y
La Bailía Templaría de Canta vieja.
Con apenas
medio millar de habitantes, el nombre de esta localidad turolense anuncia un
pasado estrechamente ligado al del Cid Campeador. Las calles de La Iglesuela
del Cid conforman un complejo entramado que recorre un pasado repleto de
historia que alcanzó su máximo esplendor, quizás, en la época romana, de la que
se conservan restos arqueológicos a las afueras.
Rodrigo Díaz
de Vivar se refugió en esta localidad camino de Valencia y la fortificó. En el
siglo XII, la villa se encomienda a los templarios para formar parte de la que
fue la Bailía de Canta vieja.
El periodo
de bonanza de La Iglesuela se extendió también a buena parte de la Edad Media y
la Edad Moderna, de la que dan fe las construcciones nobiliarias y palaciegas
que existen por todo el municipio. Estas se erigen sobre un antiguo casco
urbano de sabor templario, declarado Conjunto Histórico Artístico.
La Plaza
Mayor es el epicentro de la vida en La Iglesuela, y aquí se encuentra el
Ayuntamiento (siglos XIII-XV), y la Casa Matutano Daudén (siglo XVIII), hoy
hospedería, de estilo barroco. Con una categoría de cuatro estrellas, tiene
bellos tapices y frescos que poder contemplar.
En esta
misma plaza se alza también la antigua Torre de los Nublos, adosada al edificio
del Ayuntamiento y de origen medieval. Cerca, la iglesia de la Purificación y
la Casa Blinque añaden vistosidad al recorrido, y ya en las calles aledañas el
viajero puede emprender un breve itinerario por edificaciones nobiliarias como
la Casa Guijarro o la de Santa Pau.
También hay
construcciones más modestas, como la ermita de Cid, o las de San Pedro, la de
Loreto, la del Calvario y la de los Paúles. No olvidar acercarse hasta el
Santuario de la Virgen del Cid, que cuenta con ermita, hospedería y pórtico.
Por toda
esta localidad de la comarca del Maestrazgo la piedra, el hierro forjado y los
arcos de sillería adquieren un especial protagonismo, al estar presentes en
puentes, fachadas, lonjas o escudos, todo de un claro acento medieval.
La Iglesuela
tiene interesantes puentes, donde destacan el de La Pobleta de San Miguel, en
el límite con la provincia de Castellón.
Foto 1. La
Iglesuela del Cid.
Foto 2. El
estilo medieval impregna la orografía de La Iglesuela del Cid.
Foto 3. Arco
de la entrada del casco antiguo.
Foto 4. La
Torre de los nublos.
Foto 5.
Ayuntamiento de La Iglesuela del Cid.
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HERMANO + GRADOLI
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