Querido Herman@ del Temple: Hoy nos
regocijamos por el crecimiento que está teniendo nuestra Orden recordando las
palabras del Génesis: "Y bendígalos Dios, y dígales Dios: «Sed fecundos y
multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en
las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.»".
Es impresionante ver la cantidad de
hombres y mujeres de fe que aún pueblan el mundo y que, luchando contra viento y marea, salvando todo tipo de
trabas e impedimentos que les pone esta depravada sociedad actual, se empeñan
en seguir los pasos de Nuestro Señor Jesucristo, ayudando al necesitado y
trabajando por la expansión de la palabra y la vida de Cristo.
La Blanca Milicia de los Pobres Caballeros de Cristo
sólo se enorgullece de su humildad y sólo se jacta de su silencio, porque como
nos explica Mateo:
Guardaos de hacer vuestra justicia
delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis
recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los
hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para
que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público.
Por eso, y en nombre de la Gran
Encomienda de las Islas Canarias de nuestra SMOTH-MIT-POCAC, damos la
bienvenida a un nuevo hermano: Que Dios, Nuestro Señor, guíe tus pasos, Hermano
Juan Luis.
Abres los ojos mirando al cielo y puedes
ver su mirada en ti, él viento da la
sensación de sentir sus manos en tus manos y en tu corazón escuchando su dulce
voz
Levanta hijo levanta pues un nuevo día a
amanecido para tus ojos.
Sin duda alguna el caballero vuelve a
uniformarse ciñéndose su cruz a su cintura y su manto blanco enlazado a su
cuello protegido por su espada con las
bendiciones de nuestra amada madre.
Cristo misericordioso protege su camino
y a todos los cristianos que en el andan a Tierra Santa, padre dale fuerzas
para seguir luchando contra el mal que acecha. He ahí el caballero arrodillado
ante Dios suplicando por los seres queridos del reino de nuestro señor.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM