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domingo, 16 de octubre de 2016

UN SENTIR TEMPLARIO

Aquel dia  significó un cambio en mi vida, me di cuenta de que me apetecía ayudar a esta Hermandad  de  Templarios de buena gente a luchar por la Orden. Mi oportunidad no tardó en llegar; ese mismo año, durante una  Vigilia que  se organizó en la parroquia, escuche como el Prior  le decía a otro  Hermano: "A este chico lo quiero con nosotros", refiriéndose a mí. Supongo que le causaría buena impresión, pero os aseguro que no tanta como la que él me causó a mí.












El sentimiento del verdadero Templario  supone en muchas ocasiones una inmensa soledad que invita a la meditación sobre el sentido de nuestra vida, de los que nos rodean, de nuestra actitud con ellos, de nuestro futuro presuntamente trazado. Bajo un mismo estandarte, con una misma devoción caminando  como uno solo portando una misma ilusión.


Al año siguiente ya siendo un sargento de la Orden me llego mi oportunidad portar uno de los estandartes en la procesión con mis Hermanos y Hermanas de la Orden , dejando mi tierra y yendo a tierras de Madrid, concretamente a Alcobendas , allí nos esperaban otros Hermanos y Hermanas de otros Prioratos para así juntos participar en las procesiones.


Ya en el jueves y viernes Santo,ver a mis Hermanos con levantas que merman sus fuerzas,poco a poco se anda el camino,!Hermano no te rindas !que hay que llegar al destino. Aprieta el paso el Hermano  en un esfuerzo supremo de dolor cierra los ojos y pide al cielo ¡Que no le fallen las fuerzas, Señor!

Unos a otros se van animando poco a poco las fuerzas flaquean, él hombro ya les va quemando. Y al terminar la procesión, orgullo y dolor copan su pecho, será inmensa la emoción, dé saber un trabajo bien hecho. Los Hermanos alzan sus ojos al cielo en emotiva despedida del Nazareno, en su corazón un gran anhelo salud; para volver a ser costalero.


 


Por otro lado y casi de igual modo, mis días junto a vosotros Hermanos  sean  agotado, no es un final, el viaje no concluye aquí, es un camino que tarde o temprano nos volveremos a ver otra vez todos, el año que viene todos juntos volveremos a llevar a nuestro Nazareno  nuestro crucificado por las calles de Alcobendas  portando nuestro Manto blanco y nuestros estandartes al lado de nuestro Señor. Ahora ya parto hacia mi tierra pero que sepáis que volveré a hacer ese camino juntos.

NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM