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miércoles, 31 de agosto de 2016

MI REFLEXION

La Hipocresía, te corroe el alma. Es el peor sentimiento, que puede alojarse en nuestro interior.  Los hipócritas te dan una cara y por detrás te destrozan ,pobres seres sin riqueza interior ,y cobardes, que no son capaces de enfrentarse y decir su verdad, y siguen solapadamente, haciéndose pasar por amigos ,cuando en su interior lo que guardan es odio, rencor ,envidia. Se curte el alma con la hipocresía.
Y lo lamentable de todo, que la hipocresía esta regada por todas partes y, porque allí metemos las de familias y de los Hermanos, y lo más triste, de los amigos, que es algo de tanto valor, porque la amistad es un tesoro que debemos guardar en lo más profundo de nuestro interior, y conservarlas como uno de los sentimientos más puros.

Quedo en ocasiones impresionado,  como las personas, hacen de la hipocresía un arte, formando parte de sus vidas y es tan común en ellas, que logran, en ocasiones, engañar a los demás.
En realidad los hipócritas no tienen vida,  ni ellos se toleran; forman parte del lado oscuro del ser humano.

Tienen una vida falsa como la de ellos mismos, viven en un círculo vicioso; sus caras son una máscara eterna.
Me pregunto... ¿pueden vivir tranquilos?  Pero, siempre me he hecho una pregunta, ¿los hipócritas viven en paz con ellos mismos? ¿Podrán dormir bien?
 
Existen casos lamentables de personas tan limpias de almas y espíritu, que al darse cuenta que han caído en las garras de Hipócritas, se auto exilian.

Yo en lo particular, prefiero enfrentarlas y descubrirle su lado oscuro, dejar que su rostro quede al descubierto, tal como son, mostrar sus miserias, para evitar que sigan llenando de lodo el ambiente donde están.
Como socavan el alma de las personas que confían en ellos.
Como pueden en su mente maquiavélica preparar todo un escenario, para burlarse de los demás y disfrutarlo con su sangre fría.
El hipócrita esta a tu lado, y lo puedes determinar por sus acciones, pero a veces su máscara es tan perfecta que es difícil detectarla.

He vivido momentos muy dolorosos al comprobar lo falso que puede llegar a ser una persona, y del cómo te engañan aparentando una amistad o sentimiento, que no está ni cerca de sentirse.
He tenido experiencias con supuestos amigos(as) que hasta lagrimas han derramado, y que triste descubrir, que solo era simple y muy concentrada hipocresía.


Sin embargo, puedo afirmar, en estos momentos de mi vida, que he aprendido a distinguir la verdadera amistad con los que se hacen ser amigos, los que aparentan un sentimiento, pero, que al trasluz, se le ven las costuras.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM