No existe
únicamente la cruz de Cristo, existe también nuestra cruz. Y, entonces, ¿cuál
es esta cruz? Hermano, quiero decirte dos palabras, a este propósito, con mucha
claridad, como se hace entre verdaderos Hermanos.Tenlo
presente. La cruz que no te va bien es precisamente la tuya.
La cruz no
es un vestido, ni un par de zapatos que te deben venir a la medida. La cruz
jamás va a la medida de tu gusto y de tus exigencias particulares. Desgarra,
magulla, araña, arranca la piel, aplasta, doblega...Y, sin
embargo, no hay duda. Para que sea de verdad tuya, la cruz no debe irte bien.
Por cualquier lado que la mires, la cruz nunca va bien.
Tampoco a
Cristo le iba bien su cruz. No le fue bien la traición de Judas, el sueño de
los apóstoles, la conjura de sus enemigos, la fuga de sus amigos… La cruz, para
que lo sea, no debe irte bien.
Esa cruz
que te viene encima en el momento menos oportuno -una enfermedad que te pilla
mientras tienes muchas cosas que hacer y que te echa por tierra un montón de
proyectos es la "tuya".
Esa cruz
que nunca hubieras esperado aquel golpe cobarde que te ha venido de un amigo,
je, que contarte, aquella traición, aquella frase que tenía el chasquido de un
latigazo, aquella calumnia que te ha dejado sin respiración es "tu"
cruz.
Esa cruz
que tú no habrías elegido nunca entre otras mil "una cosa así no debía
sucederme a mí" no hay duda: es "tu" cruz.No te hagas
ilusiones. No existe una cruz a la medida. Valóralo
con atención. Y, si encuentras al final la cruz que te va bien, tírala. Esa,
ciertamente, no es la tuya.
Por otra
parte, no importa que no sea "tuya" en el momento de partir. Llegará
a serlo durante el camino, a través de una cierta familiaridad que se
establecerá entre tú y ella.Al principio
se te presentará como si te fuera extraña. Después descubrirás que es
verdaderamente tuya. Sólo llevándola te darás cuenta de que esa cruz es
"tuya". La cruz marca surcos profundos en las espaldas y en el
corazón.
Pero, a
pesar de todo, se establecerá una familiaridad, sufrida, pero justificada por
el sentido que se descubre poco a poco, caminando. Y aun cuando el significado
no aparezca claro, siempre está la fe que te invita a dejarte conducir de la
mano de alguien que sabe.¿Qué es la
fe?: Fe, quiere decir simplemente, saber que él sabe, aun cuando tú estés a
oscuras.
Adelante,
pues, con esa cruz que no te va bien. Con la cruz que no está hecha a medida.Lo esencial
es que tú seas a la medida de Cristo.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA
GLORIAM