Sigueme en Facebook

jueves, 28 de mayo de 2020

REFLEXIONES DEL MAESTRE


Queridos Hermanos Templarios, considerad que de la grandeza y dignidad, tiene el mundo un concepto equivocado. Para los hombres la nobleza y dignidad consiste en ocupar altos puestos, en tener a su servicio súbditos y vasallos que les prestén sumisión y obediencia; en ser, en suma, dueños y señores del mundo. Para comprender cuan erróneo es este juicio, basta pararse un momento a considerar que el grande entre los grandes, el Rey de Reyes, nació en el último rincón de la Tierra, reveló su grandeza entre el forraje del portal, su riqueza en la pobreza que le rodeaba, su poder en tiritar de frio, su nobleza acompañándose de los pobres y de los humildes, y su gloria por medio de la muerte en el patíbulo, ¡Que lección tan elocuente para los grandes y soberbios de la tierra!.

Quería enseñarnos con su ejemplo Jesucristo que la verdadera nobleza en esta vida consiste en huir de la soberbia y el orgullo, en el título de Cristiano, en ser y obrar como tal, y en imitar cuanto nos sea posible aquel que dijo; "Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón" y también; "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos". ¡Esta sí que es verdadera dignidad, esta sí que es verdadera grandeza, imitar y parecerse a Jesucristo, Rey de Reyes, Reinar con Jesucristo en el reino de los cielos; no la grandeza de los tronos de la tierra que se desploman convirtiéndose en polvo y nada!
Más querido Hermano, para ser un día grande en el cielo, es preciso que nos hagamos pequeños en la tierra, porque sino nos hacemos como niños, esto es humildes y depreciables a nuestros propios ojos, no entraremos en el Reino de la gloria y cuanto más pequeños nos hagamos,  cuantos más humildes y pobres de espiritu seamos en la tierra, mayor será nuestra dignidad y grandeza en el cielo.

Fr. ++++ José Miguel de Nicolau y Gonzalez 

NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM