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viernes, 10 de junio de 2016

EL MONJE INTERIOR

Dicen que hay quien domina enteramente el cuerpo, con fuerte  disciplina. Los hay que dominan la mente y el pensamiento por la concentración y el ejercicio de la meditación. El Monje Templario es aquel que desea, al menos, unificar el corazón y tenerlo por entero para el Señor.

Muchos + Hermanos de la Orden llevan un Monje Templario dentro, que reclama al mismo tiempo la relación amorosa y la unificación interior.

Cuando la persona da crédito a su vocación primera, la de estar a solas con Dios solo, en el jardín, para gozar de su amistad más íntima, llega a ver el destello de la iluminación, alcanza a oír la Palabra de Dios.

Cada uno hemos podido percibir los efectos que se siguen cuando se lleva una vida dispersa, agitada e inquieta, y lo que se siente y gusta en el momento en el que se entra al espacio interior, aunque sólo sea por un instante. La paz del corazón, el gozo sereno, la percepción del susurro amable.

Prueba a dar crédito a lo que algunos testigos han confesado, para estímulo de sus +Hermanos Templarios: "Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada el falta, sólo Dios basta" (Santa Teresa de Jesús).

Jesucristo nos ha revelado la plenitud humana. Él amó con corazón de hombre y se entregó hasta el extremo de morir por sus hermanos. A su vez, Él nos reveló la intimidad que mantuvo con su Padre Dios, secreto de los que por gracia del Espíritu Santo comprenden dónde está la fuente, el manantial del amor.

Así +Hermanos busquemos ese Monje Templario en nuestro interior, y así nos sentiremos más cerca de Dios.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM