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lunes, 13 de junio de 2016

TEMPLARIO



HUGO DE PAYNS

Hugo de Payns 1070 A 1136 fue el primer maestre y fundador de la Orden del Temple y uno de los primeros nueve caballeros. Nació hacia el año 1070 en el castillo de Payns, cerca de Troyes, Francia, y murió en  Palestina en 1136.
Hijo de Gautier de Montigny y nieto de Hugo I, Señor de Payns, su infancia y su juventud se ven influidas por el ambiente de reforma religiosa que se desarrolla en la Champaña y que dará figuras de la talla de San Roberto de Molesmes, fundador de las abadías de Molesmes y Cîteaux, o la de San  Bernardo de Claraval, impulsor de la reforma del cister y mentor eclesiástico de la misma Orden del Temple. De la ferviente pasión religiosa de Hugo II de Payns es muestra su breve paso como monje por la abadía de Molesmes, tras la muerte de su primera esposa Emelina de Touillon, con la que se había desposado hacia el 1090. Fruto de este matrimonio nació su hija Odelina, futura señora de Ervy.

Vasallo fiel del conde Hugo de Champaña, Hugo II de Payns abandona los hábitos y a partir del año 1100 se integra plenamente como uno de los principales miembros de la Corte champañesa, uniendo en su persona el señorío de Montigny y el de Payns.

Es muy probable que Hugo II de Payns realizará su primer viaje a  Tierra Santa junto al conde de Champaña en 1104-1107. Tras regresar de éste, y para ayudar a consolidar las pretensiones políticas de su señor, casó en segundas nupcias con Isabel de Chappes, entre 1107 y 1111, perteneciente a una de las familias más importantes del sur de la Champaña. Del matrimonio nacieron cuatro hijos: Teobaldo, futuro Abad de Santa Colombe de Sens; Guido Bordel de Payns, heredero del señorío; Guibuin, vizconde de Payns, y Herberto, llamado el ermitaño. Sin embargo, en 1119, la pasión religiosa que sentía Hugo II de Payns le llevó a tomar votos de castidad y a partir nuevamente a Tierra Santa, donde creó, un año más tarde, la que llegaría a ser la Orden Militar más importante de la Cristiandad: La Orden del Temple.

Se afirma que los otros caballeros eran Godofredo de Saint-Omer, Payen de Montdidier, Archambaudo de Saint Agnan, Andrés de Montbard, tío por parte de madre de San Bernardo de Claraval, Godofredo Bison, y otros dos de los que sólo se conoce su nombre, Rolando y Gondamero. Se desconoce el nombre del noveno caballero, aunque hay quien piensa que pudo ser Hugo, Conde de Champagne.

En 1127 Hugo II de Payns regresa a Europa acompañado por Godofredo de Saint-Omer, Payen de Montdidier, y dos hermanos más, de nombre Raúl y Juan, con el fin de reclutar nuevos miembros para la Orden, tomar posesión de las numerosas donaciones que habían sido otorgadas a esta y para organizar las primeras encomiendas de la Orden en Occidente. Así pues, Hugo inicia un periplo que le lleva por Roma - a fin de solicitar del papa Honorio II un reconocimiento oficial de la Orden y la convocatoria de un concilio que debatiera el asunto - la Champaña otoño de 1127; Anjou y Poitou abril y mayo de 1128, Normandía, Inglaterra y Escocia (Verano de 1128)y Flandes otoño de 1128.
Hugo y sus compañeros regresan en enero de 1129 a la Champaña para tomar parte en el Concilio de Troyes, un concilio de la Iglesia Católica, que se convocó en la ciudad francesa el 13 de enero de    1129, con el principal objeto de reconocer oficialmente a la Orden del Temple. En dicho concilio estuvieron presentes: el cardenal Mateo de Albano representante del Papa; el arzobispo de   Reims y el de Sens; diez obispos; ocho abades Cistercienses de las abadías de Vezelay, Citeaux, Clairvaux, que en este caso no era otro sino San Bernardo, Pontigny, Troisfontaines y Molesmes  ; y algunos laicos entre los que destacan Teobaldo II de Champaña, el conde de Campaña, André de Baudemont, el senescal de Champaña, el conde de Nevers y un cruzado de la campaña de  1095.

Hugo de Payns relató en este concilio los humildes comienzos de su obra, que en ese momento sólo contaba con nueve caballeros, y puso de manifiesto la urgente necesidad de crear una milicia capaz de proteger a los cruzados y, sobre todo, a los peregrinos a Tierra Santa, y solicitó que el concilio deliberara sobre la constitución que habría que dar a dicha Orden.
Se encargó a San Bernardo, abad de Claraval, y a un clérigo llamado Jean Michel la redacción de una regla durante la sesión, que fue leída y aprobada por los miembros del concilio.


Tras el concilio de Troyes, Hugo II de Payns nombró a Payen de Montdidier Maestre Provincial de las encomiendas sitas en territorio francés y en Flandes, y a Hugo de Rigaud Maestre Provincial para los territorios del Languedoc, la Provenza y los reinos cristianos hispánicos y tras ello, regresó a Jerusalén dirigiendo la Orden que el mismo había creado durante casi veinte años hasta su muerte en el año 1136 el 24 de mayo según el obituario del templo de Reims, haciendo de ella una influyente institución militar y financiera internacional.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM

EL DESTINO



CABALLERO ERRANTE

Despiértame, señor, si me duermo acostado en mis dudas, cobijado con la distracción; búscame, si me extravió en el laberinto de las calles, por entre los rascacielos de las cosas inútiles.
Jamás permitas que mi corazón se doble ante el violento oleaje de la mayoría.
Que yo mantenga alta mi frente orgulloso de ser  tu servidor.
Dame valor para enfrentarme al mundo, y no permitas que los que se rían de mí, ahoguen la verdad que tú, haz sembrado, en los hombres.

Dame valor para realizar sueños, y fuerza, para hacerlos realidad; y no envidiaré a nadie a quien en el mundo llamen cuerdo.

¡Lo más triste no es despedirse, sino no saber hacia a dónde ir!
¡Y lo más triste no es despedir al que parte, sino no saber dónde y para qué te quedas!
Si toda la vida es un camino, y toda la vida es una búsqueda, acéptalo, aunque te duela, toda la vida es una despedida.
¡Y sólo aprendiste a vivir, cuando aprendiste a despedirte!
Y no habrás aprendido a caminar en libertad, buscando lo no alcanzado, mientras no te hayas despedido de lo andado y lo logrado.

La libertad y la valentía que no tienes para despedirte de todo lo dejado y lo perdido, son la libertad y la fuerza que te faltan para seguir andando.


Despídete, de los Hermanos que ya no necesitas, y cuida de ti mismo haciéndote responsable de tu vida., de lo bueno que viviste, sin apegarte al tiempo que pasó, por temor del  presente y del futuro., de las ofensas que te hirieron, sin esclavizarte en la prisión del rencor y la amargura.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO D

GLORIAM

domingo, 12 de junio de 2016

LA HUMILDAD



CORAZON DE JESUS

1 de julio de 2011. Primer viernes del mes de julio. Como cada primer viernes, día de la Divina Providencia. Es costumbre, encender una vela y orar para que nunca nos falte casa, vestido y sustento...ni los Santos Sacramentos en los últimos momentos.
Día del Sagrado Corazón de Jesús.
Una devoción que marca una entrega total no sólo a la Providencia, sino a Jesús mismo. Una entrega de la vida completamente en las manos de Dios.

Hoy en día, hay personas que critican esta forma de creer, esta devoción  tan especial, personal y única. La asocian con costumbres de gente de pueblo. ¿Pero qué hay de los fieles, que con estudios profesionales, de posgrado incluso, con desarrollo profesional e intelectual pleno, son conscientes de que hay algo más allá de nuestra autosuficiencia? ¿Por qué creen en Dios y en su Sagrado Corazón?

Estoy convencido que es el mismo Jesús quien constantemente nos llama uno a uno, cada quien sabemos cómo y cuándo, pero de que nos llama, nos llama. Y llega un momento nunca es tarde, ni temprano, perfecto de Dios en que, por fin respondemos a su llamada y nos entregamos a ese corazón dolorido, herido, pero pletórico de un amor incondicional que rebasa toda razón humana.

Al estar frente a una imagen del Sagrado Corazón, es inevitable sentir un latido especial. Es una fuerza que viene desde dentro de nuestro espíritu, no necesariamente a volvernos religiosos, pero sí a renacer, a volver a empezar, entregando todo, a Jesús.

"Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único". Y Él a su vez, nos da, a cada segundo, su corazón entero. Un amor divino, que no juzga ni reclama, sino que espera pacientemente con los brazos abiertos. ¿Hay algo más irresistible que esto? Cuando vencemos a nuestro Ego, nos dejamos sumergir en el Mar del Amor de Jesús.

Sagrado Corazón de Jesús, perdónanos y sé nuestro Rey. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. Por siempre, tuyo soy, mi vida entera pongo en tus manos. Estando así, confiado a Jesús, con mi vida en Sus manos, ¿de qué me puedo preocupar? Abandonado a su Sagrado Corazón, ¿qué más podría desear? Ahora es cuando llega la paz, y se experimenta una nueva forma de vida, mucho más tranquila y plena. Es Jesús, sutilmente, Jesús.

Letanías del Sagrado Corazón de Jesús

Señor, misericordia.
Jesucristo, misericordia. Señor, misericordia.
Jesucristo, óyenos. Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad un solo Dios,
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el Seno de María
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo,
Corazón de Jesús, de Majestad infinita
Corazón de Jesús, santo Templo de Dios
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo
Corazón de Jesús, horno de encendido amor
Corazón de Jesús, receptáculo de la justicia y amor
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza
Corazón de Jesús, Rey y centro de toda alabanza
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia
Corazón de Jesús, en quien habita la plenitud de la Divinidad
Corazón de Jesús, en quien el Padre se ha complacido
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido
Corazón de Jesús deseo de los collados eternos
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia
Corazón de Jesús, rico para todos los que lo invocan
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad
Corazón de Jesús, propiciación de nuestros pecados
Corazón de Jesús, saturado de oprobios
Corazón de Jesús, oprimido por nuestras maldades
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte
Corazón de Jesús, traspasado por la lanza
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores
Corazón de Jesús, salvación de los que esperan en Ti
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

Ten misericordia de nosotros.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM

HAY QUE TENER PACIENCIA Y PRUDENCIA

La paciencia es la virtud por la cual se sabe sufrir y tolerar los infortunios y adversidades con fortaleza, sin lamentarse. También significa ser capaz de esperar con serenidad lo que tarda en llegar.
Es cierto, la paciencia es un fruto del Espíritu Santo y debemos pedirlo constantemente. Esta virtud es la primera perfección de la caridad, como dice san Pablo: “La caridad es paciente, es servicial; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa, no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra en la injusticia; se alegra en la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera.

Todo lo soporta”

Las adversidades diarias nos invitan a sufrir con paciencia la ignorancia, el error, los defectos e imperfecciones de los miembros de la familia. Sufrir con paciencia, se convierte en una hermosa obra de misericordia espiritual. ¡Cuánto más paciente ha sido Cristo con nosotros!

Paciencia:

Es espera y sosiego en las cosas que se desean.
Es aprender a esperar cuando realmente no quieres.
Es descubrir algo que te gusta hacer mientras estás aguardando, y disfrutar tanto de lo que estás haciendo que te olvidas que estás haciendo tiempo.

Es dedicar tiempo a diario a soñar tus propios sueños y desarrollar la confianza en ti mismo para convertir tus deseos en realidad.

Es ser complaciente contigo mismo y tener la fe necesaria para aferrarte a tus anhelos, aún cuando pasan los días sin poder ver de qué manera se harán realidad.

Es hacer cosas que te mantengan sano y feliz y es saber que mereces lo mejor de la vida y que estás dispuesto a conseguirlo, sin importar cuánto tiempo sea necesario.

Es estar dispuesto a enfrentarte a los desafíos que te ofrezca la vida, sabiendo que la vida también te ha dado la fuerza y el valor para resistir y encarar cada reto.

Es la capacidad de continuar amando y riendo sin importar las circunstancias, porque reconoces que, con el tiempo, esas situaciones cambiarán y que el amor y la risa dan un profundo significado a la vida y te brindan la determinación de continuar teniendo paciencia.

La prudencia es una de esas virtudes de las que apenas se habla y que, sin embargo, resulta ser una clave en el dificilísimo arte de ordenarnos rectamente en nuestra relación con el prójimo. No nacemos prudentes, pero debemos hacernos prudentes por el ejercicio de la virtud. Y no es tarea fácil.
El pensamiento puede descarriarse como se descarría la voluntad, porque está expuesto a las mismas pasiones y a los mismos condicionamientos. Pensar y bien exige una gran atención, no sólo sobre las cosas, sino principalmente sobre nosotros mismos.

Hay que saber estar atentos sobre las razones, pero mucho más sobre nuestras pasiones que son las que nos impulsan al error.

Porque los hombres solemos errar por precipitación en nuestros juicios, afirmando cosas que la razón no ve claras, pero que estamos impulsados a afirmar como desahogo de nuestras pasiones. Quien no sabe controlar sus pasiones, tampoco sabrá controlar sus razones y se hace responsable moral de sus yerros.

La razón es la que ha de regir nuestra conducta en la verdad y por eso la prudencia es la primera de las virtudes cardinales. Pero la verdad requiere tener sosegada el alma para conseguir tener sosegada la mente con objetivas razones.


Señor, enséñanos a orar en familia como santa Teresa para tener paciencia: “Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta: sólo Dios basta”.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA

 GLORIAM

sábado, 11 de junio de 2016

INVESTIDURA MAYO 2016

Los días 20 y 21 de Mayo se celebro la investidura de la Orden SMOTH-MIT, del Maestrazgo Templario de Jerusalem como cada año en la Encomienda Francisco Juan Gelbert, Monasterio de la Real.









El día 20   en ese día los +Hermanos/as del Maestrazgo en las Islas Baleares estaban en el Monasterio preparando las distintas salas para las ceremonias privadas y públicas.









Ya por la tarde se procedió en primer lugar a la bendición de los hábitos y de las espadas, por parte del Padre  y Hermano Gabriel, según el nuevo ritual . Después dio comienzo la vela de armas en el Altar Mayor de la parroquia  de la Mare de Deu de la Font de Deu; allí estaban los nuevos postulantes, con su inquietudes, su nerviosismo.













La liturgia de la ceremonia se desarrolló con espíritu y ambientación marcadamente templarios, como no podía ser de otra forma. Dio comienzo la vela entrando todos juntos en la sala. Unidos los Caballeros y las Damas, justo detrás de ellos, todos en una misma misión: la Blanca Milicia, la de nuestro Señor.
La Ceremonia de Vela de armas, ¿qué decir…? La esperanza, la profundidad de la reflexiones ante la luz de las velas que alumbran a nuestro Señor, ya finalizada la ceremonia los postulantes quedaron allí en la iglesia con sus Oraciones, su pensar en la intimidad  efectuaron sus reflexiones: hasta la mañana siguiente como en antaño hacían los caballeros que se investían  ¿Seré digno de pertenecer a la Orden? ¿Qué decir…? Nueva sangre, nuevos apoyos, nuevas fuerzas contrarrestando las traiciones y las voces equívocas de especuladores y ambiciosos mercaderes del templo.






Ya el dia 21 por la tarde se procedió a la ceremonia privada de iniciación, conforme llegaban los Postulantes el Hermano  Fr-+ Tino los iba entrando a la sala San Bernardo haciéndoles entrar, para que así, en la oscuridad, junto a las luces de las velas, meditasen antes de la ceremonia que daría comienzo seguidamente y en la que se procedería a la entrega de su Manto Blanco y su Cruz de las Ocho Beatitudes.


Fueron entrando uno a uno en la sala capitular los nuevos Hermanos y Hermanas haciendo su juramento delante de él Maestre y la imagen de San Bernardo.


Finalizada la ceremonia privada de iniciación se procedió a la Ceremonia pública. Todos juntos ya con los familiares y amigos que participan de la alegría de los nuevos/as + Hermanos/as de la grandiosidad de la Orden plena. La celebración eucarística, oficiada por el Padre Fr. ++ Gabriel Seguí, y con la asistencia del Maestre Fr. ++++ José M. Nicolau. En este momento, quienes acababan de profesar en el otro ritual llevaban su Manto recogido en el brazo derecho y su Cruz en la mano izquierda. El sacerdote y +Hermano estaban en el altar, acompañados de los altos cargos.















La homilía estaba cargada de simbolismo, profunda, sin olvidar a los +Hermanos que ya no están con nosotros en cuerpo pero sí en Espíritu y entonces se dio comienzo a la parte más esperada de la ceremonia pública, en la que se procedió a colocar a cada Postulante su venera y Manto Blanco y a nombrarlos Caballero y Damas de la Blanca Milicia de Dios.











En la interesante homilía, el Padre Gabriel animó a los +Hermanos a ser verdaderos Cristianos para así llegar a ser Caballeros y Damas y encontrar la felicidad al sentirse realizados como Templarios. Se invistieron   varios Caballeros , nuevos +Hermanos los cuales fueron investidos en la Iglesia de la Mare de Déu de la Font de Déu del Monasterio de la Real.









Ya finalizada la investidura nos fuimos todos juntos a celebrar la cena de gala en el restaurante don Caracol, juntos todos, amigos, familiares y +Hermanos/as pasamos una gran velada y antes de acabar la misma se procedió a la entrega de los brevets y entrega de menciones a varios +Hermanos por sus respectivas labores en la Orden. Ya por la noche la despedida, tristeza y promesas para el nuevo encuentro, la nueva ceremonia, eventos, etc. Cada +Hermano/a se marchará  a su respectiva casa.












El camino es bueno, la Orden crece, no hay desilusiones, no hay rotos, ni expulsiones, los cimientos resisten el paso de los años.  increíbles las imágenes grabadas en nuestra memoria, nuestro corazón, lo vivido durante estos días de celebraciones en el Monasterio de la Real y en nuestra amada Isla de Mallorca.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM