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martes, 21 de abril de 2020

MONASTERIO DE LA REAL




Hoy hemos recibido la noticia, de que Monseñor Sebastián Taltavull Obispo de Mallorca, invitó a los Hermanos Templarios, que regentan el Comedor Social Tardor, a que se presentaran en el Monasterio del Secar de la Real, para que propusieran el uso, tal cual se ha hecho en el Hogar Inge, de unas 46 habitaciones para personas que duermen por la calle o que no tienen domicilio donde poder protegerse de esta Pandemia.

Se han personado en el Monasterio y el rector del Monasterio del Secar de la Real, DON MIGUEL DARDER les ha negado la entrada y la acción social que iban a realizar allí, tratándoles de «Fantasmas» y todo tipo de insultos, que no se deben ni repetir.

DON MIGUEL DARDER, rector del monasterio del Secar de la Real, esos a los que usted llama «fantasmas», están atendiendo las necesidades de miles de personas en Mallorca, miles de personas que gracias a su labor pueden comer cada día, familias enteras con menores y lactantes que ven una salida a sus problemas y muchos de ellos pueden dormir bajo techo, aunque muchos de ellos seguirán sin él gracias a su inmensa solidaridad, su capacidad de gestión ya quedó muy demostrada en las fiestas de San Bernat, fiestas que han quedado prácticamente anuladas, como así la existencia de cualquier actuación en pro de la sociedad y la cristiandad de los Mallorquines.

Con su gestión y proceder ya demostró usted en muchas ocasiones su talante, por ello y por ser unos caballeros se ahorran cualquier descalificativo hacia su persona. «Usted mismo se hace la fama, sólo resta dejarle hacer.»

«Nos lamentamos de algo, que ya hizo en Palma de Mallorca media ciudadanía por su gestión está de más, pensar que usted aprende de errores, una utopía y creer que usted representa a nuestro Señor, una incoherencia y un imposible hasta en tiempos de Pandemia.»

Por último,  los Caballeros Templarios no quieren que olvide que al comulgar desde la Eucaristía, Jesús nos dice: “Antes de acercarte a comulgar, ve y reconcíliate con tu prójimo, perdona y pide perdón en Mi Nombre, y recién acércate a comulgar, porque Yo no me quedo en un corazón enojado”.

“¡Ay de ustedes!, porque no entran ni dejan entrar” (cfr. Lc 11, 47-54). Después de desenmascarar la hipocresía de los fariseos, los religiosos de su época –equivalentemente, son los sacerdotes o los laicos practicantes de la religión en nuestros días-, Jesús lanza una dura y severa advertencia a los doctores de la ley, es decir, a aquellos que presumen de conocer y practicar la ley de Dios –equivalentemente, serían también los sacerdotes y los laicos que se jactan de conocer los mandamientos, los preceptos de la Iglesia, las verdades de la religión-.

El enojo de Jesús se enciende ante la hipocresía farisaica, y ante la falsedad de los doctores de la ley, hipocresía y falsedad motivadas por una sola causa: la dureza de corazón para con el prójimo: “descuidáis la justicia y el amor de Dios” (cfr. Lc 11, 42-46).

No les reprocha Jesús su religiosidad, sino que les dice que hay que hacer una cosa sin olvidar la otra: “Hay que practicar esto, sin descuidar aquello” (cfr. Lc 11, 42), pero lo que sucede es que lo que ellos olvidan, lo que ellos no practican, esto es, la compasión, la misericordia, el perdón, el amor a Dios y al prójimo, es lo esencial de la religión.

Si no existe caridad, sino existe compasión, si no existe perdón, la religión se convierte en un fraude a cara descubierta, en un latrocinio con los ojos abiertos, en una falsificación infame que daña a quien practica esta religión falseada, y ofende a Dios, Tres veces Santo, ante quien el engaño y la dureza de corazón no pueden subsistir ni un instante.

“¡Ay de ustedes!, porque no entran ni dejan entrar”. Un sacerdote que se olvida de la compasión para con el más necesitado; una esposa que no perdone ni pida perdón a su esposo -o al revés-; un hijo que niegue el saludo a sus padres –o al revés-, un amigo que conserve rencor en su corazón, porque es incapaz de perdonar, son merecedores del más severo reproche y de la más severa advertencia por parte de Jesús en la Eucaristía: “¡Ay de vosotros, los encolerizados, los inmisericordes para con vuestros prójimos, porque cuando comulgáis, ni entráis en Mi Corazón, ni dejáis entrar a los demás! ¡Ay de vosotros, los enojados, los rabiosos contra el prójimo, porque recibiréis la ira de mi Padre! ¡Ay de vosotros, porque habéis falseado la religión, olvidando y dejando de lado el amor de Dios, que se ve en el amor al prójimo! ¡Ay de vosotros, los que no perdonáis ni pedís perdón, porque así no entraréis en el Reino de los cielos!”.

Por la parte de los Templarios seguirán demostrando con hechos lo que dicen ser, trabajando por amor a Dios y a los más necesitados, «a usted DON MIGUEL DARDER desearle que la luz del Padre le muestre el camino y mucha suerte, con Dios en contra la necesitará…»

35 «Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;

36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.»

37 Entonces los justos le responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber?

38 « ¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos?

39 « ¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?»

40 Respondiendo el Rey, les dirá: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.»

41 Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.

42 «Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber;

43 fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.»

44 Entonces ellos también responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?»

45 El entonces les responderá, diciendo: «En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo hicisteis.»

Fr. ++++José Miguel de Nicolau y González

Gran Maestre Internacional de la Orden SMOTH MIT

NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM