La
distribución administrativa, de las posesiones del Temple, no coincidía
necesariamente con las fronteras de los reinos en que se encontraban. En el de
Navarra, sus bienes estuvieron siempre bajo el gobierno del Maestre Provincial
de Provenza y de la Corona de Aragón, primero, y del Maestre de Cataluña,
Aragón y Valencia, más tarde. Es decir, que los templarios navarros
permanecieron unidos a sus hermanos de la Corona de Aragón, bajo la autoridad
de un mismo Maestre Provincial.
Aunque, para
mejor gobernar el territorio, Navarra se puso bajo el mando de un Lugarteniente
del Maestre, que residía en la casa de Puente la Reina. Uno de los más
conocidos, es frey Pedro Tizón, en 1161, que fue abuelo del Consejero del rey
navarro y cronista de Las Navas de Tolosa, el arzobispo don Rodrigo Jiménez de
Rada (1170-1247).
La primera y
más importante donación correspondió al rey García Ramírez (1134-1150), a la
que siguieron muchas más, que permitieron a la Orden reunir un importante
patrimonio, especialmente en la Ribera del Ebro, entre Tudela y Ribaforada,
compuesto por numerosas villas, siervos, templos, dominios rurales y un
castillo, el de Novillas, obtenido en 1135, que fue la primera sede de una
encomienda en Navarra -esta villa, era entonces de dicho reino.
La mayor
expansión ocurrió durante el maestrazgo provincial de Pedro de la Rovera
(1141-1158), y sus posesiones se articularon en torno a tres centros
principales: Funes y Novilla, al sur, y Puente la Reina, al norte.
No obstante,
las sedes encomendatarias fueron variando con el tiempo, en función de su
importancia económica y estratégica. Así, en 1186, un documento cita las
encomiendas meridionales de Novillas, Ribaforda y Cintruénigo, en la Ribera
Baja, donde se concentraban las mayores posesiones agrícolas, y la
septentrional de Puente la Reina. A partir del s.XIII, solo tenemos constancia
de tres encomiendas: Novillas y Ribaforada, al sur, y Aberin, al norte.
Documentos de
la primera mitad del s.XII, citan diversas posesiones del Temple en Aberin, es
decir, que ya estaban solidamente asentados en la villa cuando, en octubre de
1177, el rey Sancho VI "el Sabio" les concede "la villa y
siervos de Aberin". Al poco, el Temple dio fuero a sus habitantes, y lo
mejoró por documento del 7 de mayo de 1234.
Aberin, pudo
adquirir rango de Encomienda alrededor de 1184, año en que algunos de sus
caballeros están presentes en el Capítulo General de Aragón. Tal categoría, le
habría sido cedida por el enclave de Puente la Reina, que, al ser residencia
del Lugarteniente, actuaría como centro de la administración general sobre sus
posesiones navarras, y sede diplomática para las relaciones de la Orden con el
reino.
Además
, el
enclave puentesino, se configuraba como centro espiritual templario, en el
Camino Jacobeo, pues a las puertas de su santuario de Nuestra Señora de los
Huertos se unían los dos ramales de la ruta peregrina. Y no olvidemos la
capilla octogonal de Eunate, con su "cofradía"... Ni el Cristo de la
Pata de Oca...
Así pues, el
valor de Aberin no radica en lo espiritual, o "esotérico", sino en lo
económico. Cosa, por otra parte, que también tiene su interés en el plano
histórico, porque el Temple, como toda organización humana, no vivía sólo de
elucubraciones filosóficas o religiosas. Tenía un ejército que mantener, y no
uno ocioso sino en campaña, tanto en Palestina como en los reinos ibéricos.
Para cuyo buen funcionamiento, dependía de la correcta administración de sus
bienes materiales.
Esos bienes,
campos de cultivo, rebaños, granjas, casas, regadíos, bosques, pastos, hornos,
molinos, etc, se controlaban desde la Encomienda, unidad administrativa que
centralizaba las posesiones de una comarca, a la que rendían cuentas y por
cuyas normas se regían.
Esta de
Aberin, es una de esas "encomiendas de retaguardia", que ejercieron
su labor, callada y eficazmente, aportando su granito de arena al patromino
común de la Orden. Las explotaciones agrícolas, ganaderas, madereras, e incluso
inmobiliarias, y la recogida de donativos en los santuarios, proporcionaban
unas ganancias económicas nada despreciables, tanto en efectivo como en
especie. De modo que, en muchos aspectos, los templarios eran autosuficientes.
Trigo, carne,
madera, lana, vino, cera, caballos, hierro, y cuanto pudiera necesitar el
Temple, era proporcionado por estas encomiendas rurales que, sabiamente
administradas, constituían el verdadero "tesoro" de la Orden.
Conocemos los
nombres de trece Comendadores de Aberin, el primero citado es frey Aimerich de
Estuga, en 1225, y el último frey Tomás, en 1304. Algunos, tuvieron dos
mandatos no consecutivos, como frey Guillém de Alcalá en 1258 y 1266. Quien más
duró en el cargo, fue frey Arnal Garín, que asistió al Capítulo General de
Monzón, en 1234, y todavía estaba al mando en 1249, cuando el papa Inocencio IV
cita la "Encomienda de Aberin" en una bula del 11 de septiembre.
Parece que
aquí, los templarios, sustituyeron a una de las muchas "cofradías
militares" repartidas por el reino. Los "Cofrades de Aberin",
que vivían agrupados en un Monasterio, habían recibido diversos privilegios del
abad de Irache, Arnaldo, en 1105. Al tomar posesión del lugar, el Temple, como
hizo en Eunate, asimiló a dichos cofrades.Estos se hicieron cargo de las
actividades religiosas, como el culto de "Lignum Crucis", y de las
labores asistenciales del albergue-hospital, muy seguramente atendido por
"sorores", o "freiras", mujeres cofrades.
El conjunto
arquitectónico, se alza sobre una loma, por cuya ladera sur se encarama el
caserío, a su alrededor los cultivos se distribuyen en terrazas que bajan al
valle. Los edificios de la Encomienda, de dos plantas, estaban integrados en un
recinto cuadrangular, amurallado, con torreones esquineros, en cuyo ángulo
sureste se alza el templo, de fines del s.XII, dotado de una gran torre
rectangular fortificada.
Dentro del
conjunto, alrededor de un patio con pozo central, se agrupan los diversos
edificios estructurados en crujías, como la residencia del Comendador, el
dormitorio de los caballeros, las cocinas, el refectorio, la enfermería, y
diversas estancias acordes con la función agrícola: granero, bodega, almacén de
aperos, cuadras, etc.
Varios
pasadizos, subterráneos, parten del conjunto y van a parar a ciertas viviendas
sitas al sur de la loma... Bajo las terrazas del lado occidental, permanece
oculto un aljibe similar al de Artaiz. También existe una estructura octogonal,
camuflada entre las casas, que pudo ser un palomar.
Entre 1307 y
1312, la Orden del Temple es disuelta y sus posesiones redistribuidas. El 27 de
julio de 1313, el portero real, Miguel de Salinas, toma posesión de la
Encomienda de Aberin, en nombre del Prior sanjuanista Pedro de Chalderach, por
orden del Lugarteniente del Gobernador, Hugo de Visac, y pasa a depender de su
Encomienda de Bargota.
El conjunto
fortificado, templo-granja, sufrió diversas reformas para adaptarlo a las
necesidades de sus nuevos propietarios, aunque su estructura básica permaneció
inalterada. Los peores deterioros, ocurrieron con la desamortización y las
guerras civiles del s.XIX, y con la posterior ocupación por particulares.
HERMANO GRADOLI
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM