La parroquia de Santa Cruz, es institución medieval creada
unos años después de la conquista de Mallorca de 1229. Berenguer de Palou, uno
de los principales de la conquista, obispo de Barcelona y señor feudal de la
porción dónde se encontraba la parroquia, quiso que el templo estuviese bajo la
misma advocación que la catedral de la capital catalana: es decir de la Santa
Cruz.
Entre las causas que explican esta lentitud constructiva,
sin duda se encuentra la cesión de la parroquia, por orden directa del Papa, a
los monjes cartujos a partir de la temprana fecha de 1402. A partir de entonces
Santa Cruz dependería del prior de la Cartuja de Valldemossa, el cual se convertiría en su
rector.
Entre 1718 y 1728 se detecta una intensa actividad
constructiva. Se construye el bello portal lateral, presidido por la imagen de
Santa Elena, se construyen las bóvedas que faltan por cubrir la iglesia y se
reconstruyen algunas de las ya existentes, como es el caso de la bóveda del
presbiterio que data de 1736, la cual fue sufragada por la familia Salas tal
como denuncian sus armas en la clave de bóveda. El coro data de 1780. Hacia
finales del siglo XVIII, se puede considerar finalizada la iglesia.
La iglesia de Santa Cruz es una de las cuatro primeras
parroquias de la ciudad y fue construida sobre un templo del que se conserva la
cripta de San Lorenzo. Situada en el barrio marinero del Puig de Sant Pere,
sigue el modelo de planta de nave única con capillas entre los contrafuertes.
De la época de su construcción, iniciada en el siglo XIV, sólo quedan hoy el
campanario y la capilla de San Lorenzo. Ésta es la parte más antigua, situada
bajo el presbiterio de la iglesia y seguramente sirvió de base a ésta. La
cubierta es de crucería sobre pilares octogonales. La piedra en este lugar es
la única decoración. Durante un tiempo esta cripta permaneció cerrada, para ser
restaurada y definitivamente abierta en los años 80.
La iglesia que hoy podemos visitar es el resultado de una
reconstrucción comenzada a mediados del siglo XV, que se prolongó hasta el
siglo XVIII, tiempo del que procede casi todo lo que podemos observar
actualmente.
Cuenta la tradición que Santa Elena, madre del Emperador
Constantino, hizo cavar el monte del Calvario en Jerusalén hasta encontrar la
Santa Cruz. Por ello, Santa Elena es la titular de esta iglesia parroquial de
Palma y su imagen se encuentra en el retablo mayor, en la puerta lateral
llamada de Santa Elena.
Santa Elena en el retablo mayor de Santa Cruz
En el conjunto de las llamadas "parroquias
antiguas", la de Santa Cruz y la de Sant Jaime son las que aún mantienen
la fábrica prototipo del gótico catalán en Mallorca. Son templos de una sola
nave con capillas laterales y otro radial entorno al ábside. En Santa Cruz
vemos algunas particularidades como son el ábside donde se ubica la capilla -
cripta de san Lorenzo y una capilla alta oculta tras el retablo mayor. En ésta
y en la escalera de acceso se pueden ver varios dibujos de navíos medievales.
El retablo barroco de San José
El promotor de la parroquia fue Berenguer de Palou II,
obispo de Barcelona (1212 - 1241), quien acompañó al rey Jaime I en la
conquista de Mallorca. Del primitivo templo no ha quedado ningún vestigio y la
construcción del actual comenzó durante el período final del reinado de Jaime
II de Mallorca (1349). A mediados del siglo XV fue necesario reedificar la
nave. Las obras se desarrollaron con lentitud y las bóvedas de crucería no se
acabaron hasta 1779. A pesar de todo la unidad estilística se mantuvo hasta el
final y hoy podemos considerar Santa Cruz como un ejemplo del gótico monumental
en Palma.
Retablo del Cristo de la Santa Cruz
En los siglos XVII y XVIII el arte barroco dio lugar a una
profunda reforma estética en los retablos y en el ornato del templo. Entre 1642
y 1655 se esculpió el retablo del Santo Cristo, de los artistas Pere Joan Pinya
y Rafael Torres y, más tarde, la capilla fue decorada con pinturas de Giuseppe
Dardanone (1734). Otros retablos de interés son el de Santa Gertrudis,
documentado como obra de Joan Oms
Bestard (ca. 1680) por el profesor Maria Carbonell, el de san José (1756) y el
del Sagrado Corazón (antes de san Antonio, 1754).
Imagen procesional de Santa Elena
El retablo mayor fue patrocinado por el teniente general de
la armada, Antoni Barceló i Pont de la Terra (1716 - 1797). Su construcción fue
obra del escultor Joan Borras y del carpintero Miquel Ripoll entre 1784 y 1793.
Del patrimonio medieval quedan algunas obras de pintura y talla que ya se han
explicado en otra edición de la Semana de Santa Cecilia (2005).
La iglesia tiene bastantes obras preciosas de las que no
puedo dejar constancia aquí porque merecerían imágenes.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM