El misionero de los Sagrados Corazones y director del archivo de
Lluc y de la Biblioteca Diocesana ha escrito junto a Gabriel Camps i Moranta un
extenso trabajo de investigación que versa sobre la leyenda que existe
alrededor del hallazgo de la Mare de Déu de Lluc.
Gabriel Seguí Trobat
Gabriel Seguí Trobat, coautor de la publicación. G. Bosch
JOAN PONS. LLUC La llegenda hagiogràfica de la invenció de
la Mare de Déu de Lluc. Fonts literàries i iconogràfiques i interpretació
literària i simbólica es el título de la publicación escrita por Gabriel Camps
i Moranta y Gabriel Seguí i Trobat, que acaba de sacar a la luz la editorial
Lleonard Muntaner. El libro recoge el origen de lo que representa la Virgen de
Lluc basándose en la documentación histórica que los autores han consultado en
el archivo del santuario, procedente en muchas ocasiones de testimonios orales.
Gabriel Seguí explica en esta entrevista algunos aspectos del trabajo
literario.
Es un análisis de la leyenda del hallazgo de la imagen de
la Virgen de Lluc, donde se estudia su origen, evolución y contenido histórico,
para dar las claves de interpretación de la leyenda. Por tanto, se trata de un
libro de crítica histórica y literaria.
Sobre todo de los ricos fondos del archivo del santuario de
Lluc e investigando en la producción bibliográfica sobre el santuario. Es donde
hemos encontrado los relatos que cuentan el hallazgo de la imagen de Nuestra
Señora de Lluc.
Hay varios elementos. En primer lugar, que la leyenda de la
Virgen se va configurando lentamente desde el siglo XV hasta que en el siglo
XVII se consolida. En segundo lugar, que la Virgen aparece como un elemento
vertebrador de la identidad del pueblo mallorquín en relación con la conquista
de Mallorca por Jaume I en 1229. En tercer lugar, la ampliación de la leyenda
en el siglo XVIII, con la escena del traslado de la Virgen a Sant Pere de
Escorca y su posterior fuga al lugar donde fue hallada. Y por último, que en el
siglo XVII los sacerdotes de Lluc tenían esbozado un proyecto de difusión de la
devoción a la Virgen de Lluc.
Lo principal es que la leyenda de la Virgen de Lluc no
pretende engañar a nadie, sobre todo por razones económicas, sino que es un
intento, desde las categorías mentales de la época, de explicar por qué la
Virgen de Lluc es tan poderosa, es decir, por qué hace tantos milagros y por
qué su santuario es tan pujante, además de las razones de que fuera encontrada
en Lluc. Por este motivo, es preciso tener en cuenta que la leyenda presenta
una concepción de la historia que no es la nuestra; se trata más bien de una
concepción simbólica de la historia. Por otra parte, en este libro intentamos
decodificar la fe de nuestros antepasados, con las herramientas de la crítica
moderna. Es decir, aportamos racionalidad a esta fe secular.
Faltan muchas cosas por investigar de la propia imagen de
la Virgen, como se hizo hace años en Montserrat. Además, nos falta una historia
moderna del santuario, indagar la relación de Lluc con los pueblos de Mallorca,
estudiar más a fondo la producción literaria sobre la Virgen y Lluc.
La leyenda del hallazgo de la Virgen tiene un trasfondo
histórico indudable, que constituye su punto de referencia y de interpretación.
Ahora bien, es obvio que la imagen fue traída de fuera, no sabemos exactamente
cuándo y por quién. Por tanto, la leyenda no intenta tanto incidir en su origen
material, sino en su significación para el pueblo de Mallorca.
Lo más importante es ayudar a entender cómo nuestros
antepasados relataron y plasmaron su devoción a la Moreneta, sus necesidades
vitales y el lugar que ocupaba en su visión de la realidad. A partir de aquí,
nosotros, apoyándonos en la tradición, debemos reinterpretar esta devoción, por
ejemplo, incidiendo en solidaridad con los pobres y sufrientes, en la ecología
o en el valor de la cultura popular.
No son tiempos en los que la lectura de tema religioso esté
de moda; sin embargo, este libro, por ser de crítica histórica y literaria,
puede interesar mucho a los investigadores y a la gente de la isla en general.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA
GLORIAM