La Orden del Temple fue correspondida con los municipios de
Pollensa y de Alcudia; además como regalo el Rey Jaime I obsequio a la orden
con la Almudaina de Gumara en Palma de Mallorca. No debemos olvidar que el
propio Rey Jaime I fue educado y protegido hasta su coronación por la Orden del
Temple en el castillo de Monzón por mandato del Papa Inocencio III.
Dentro de la Almudaina de Gumara la Orden del Temple,
levantó un pequeño oratorio, las dos capillas actuales de la entrada y ocho
torres de defensa con una salida “propia y exclusiva” al exterior de la
muralla.
Con el paso de los años y el descuido de los que han regido
el destino de la ciudad de Palma de Mallorca, han ido mermando lo que antaño
fue una de las joyas de la cultura palmesana, convirtiendo parte del edificio
de la Iglesia del Temple en viviendas y otros menesteres.
Un caballero Templario, es un caballero valiente y un
caballero integro en cualquier circunstancia, porque su alma está protegido por
la armadura de la Fe, igual que su cuerpo está protegido por su armadura de
metal; así que esta doblemente armado y no tiene porque temer a hombres o
demonios (Bernard de Clairvaux). Sobre el dintel de la puerta una pequeña cruz, sostenida por
un cordero flanqueado por dos ángeles; cada uno de estos símbolos es una señal
de esperanza. El símbolo de Cristo que acoge a sus hijos y vence al pecado. Antes
de situarnos en el interior de la capilla del Temple pasamos por el atrio, en
él encontramos el portal de la capilla con arco ojival y dos pilas de agua
bendita, que en su diseño representan los cascos con que los caballeros
Templarios protegían su cabeza. El techo bellamente decorado cubierto por un
relieve de estilo mudéjar. La Iglesia del Temple construida en el siglo XIII es de nave
única con bóveda de crucería. Los ventanales de la iglesia de forma circular le
dan un carácter único, y sus 12 capillas de reducidas dimensiones, forman el
conjunto arquitectónico del interior de la Iglesia del Temple.
El ábside lo decora una serie de tapices de gran belleza
dedicados al Antiguo Testamento; presidiendo la parte central del mismo, una
sencilla Cruz con la imagen de Cristo Crucificado completa el espacio que a
pesar de su sencillez, goza de una grandiosidad que sorprende. Muy cerca del
altar esta la capilla del sagrario que guarda en su interior la Sagrada Forma.
La estancia más antigua de la Iglesia del Temple, que se conserva desde la
primitiva iglesia construida por los Caballeros Templarios, es la capilla
situada a la izquierda del portal que da acceso a la iglesia.
La capilla además de contener la imagen de Cristo
Crucificado, nos muestra un extraordinario modelo del escaso arte románico de
la isla: Las columnas de la capilla rematadas con capiteles muy similares, casi
idénticos, a las columnas que sostienen el altar mayor de la Catedral de
Mallorca. Hay que destacar dos
semejanzas muy importantes de la capilla con el Cristo de la iglesia del
Crucifijo en Puente la Reina (Navarra) en el camino de Santiago, un lugar de
iniciación para la Orden del Temple: la cruz de Cristo Crucificado y los pies.
Si bien la cruz de la iglesia del Crucifijo es aún más peculiar
al ser en forma de pata de oca, ambas cruces están llenas de tallos, brotes
florecientes, como jóvenes ramas del Árbol de la Vida. En el caso de los pies,
los especialistas les atribuyen el significado de ”Aquel que caminó y busca
finalmente la liberación”.
A pesar del carácter liso y austero del interior de la
Iglesia del Temple, es atrayente para los que gozan del privilegio de
visitarla. Una fuerza telúrica importante, así es el interior de la Iglesia del
Temple, un sentimiento de paz y quietud, la Iglesia del Temple invita a
rendirse a las sensaciones.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA
GLORIAM