Sigueme en Facebook

martes, 19 de julio de 2016

SANTA MARÍA MAGDALENA

La historia de Maria Magdalena  recuerda a todos una verdad fundamental discípulo de Cristo es quien, en la experiencia de la debilidad humana, ha tenido la humildad de pedirle ayuda, ha sido curado por él y le ha seguido de cerca.
Formo parte de los discípulos de Cristo, estuvo presente en el momento de su muerte y, en la madrugada  del día de pascua, tuvo la suerte de ser la primera en ver al redentor resucitado de entre los muertos. La historia de Maria Magdalena es una de las más conmovedoras del Evangelio y también de las mas enigmáticas ,la liturgia romana siguiendo la tradición de los padres latinos identifican los tres pasajes del Evangelio como referente a la misma mujer, la liturgia griega, siguiendo a los padres griegos, sin embargo la reconocen como tres mujeres distintas.

En la hora del calvario junto a Jesús allí estaba ella, cuanto se lo agradecería Jesús y la Virgen Maria. Es coherente que quien tuvo el amor de exponerse para lavarle los pies al señor con su cabello fuese capaz de estar con él en la cruz y después permanecer ante su cuerpo yacente.

Maria Magdalena con la otra Maria fueron las primeras en ir al sepulcro el domingo de resurrección, descubriendo así que alguien había apartado la pesada piedra  del sepulcro del Señor, Jesús resucito en la madrugada, y se apareció primero a Maria Magdalena, la cual reconoció a Cristo resucitado.

Aquella de quien dijo que  donde quiera que se predique el Evangelio se dirá lo que ha hecho por Mí, no podía ser excluida ahora del Evangelio. Es la Mujer que fue fiel a Jesús hasta el final, y que El escogió para ser testigo de la resurrección ante los apóstoles.

La iglesia ha venerado a Maria Magdalena como una gran Santa. La que era pecadora tiene un admirable arrepentimiento, mostrando su gran amor a Jesús y se convierte en una gran discípula, es por lo tanto un ejemplo del poder liberador de Cristo para transformar desde el corazón a  quienes  se abren a su redención.
María Magdalena es una gran Mujer Resurrecta, símbolo del arrepentimiento espiritual más absoluto. Maestra de humildad y ejemplo de regeneración femenina y humana en el más completo sentido de la palabra.

ORACIÓN
Oh! piadosa enamorada del Salvador, espejo brillante y vivo ejemplo de verdadera conversión y sincero arrepentimiento; regla y modelo de la vida contemplativa, que durante treinta y tres años vivisteis en la soledad, ignorada del mundo y escondida a sus miradas; gustando los movimientos interiores y suaves afectos del amor divino. Gran Santa que sólo en Jesús encontrabas tu amor, tu paz y tu consuelo, que merecisteis anunciar a los Apóstoles la Resurrección de nuestro Redentor, alcanzadme que merezca una centella de aquel amor ardiente que tuviste a Jesús y la gracia de morir invocando los dulcísimos nombres de Jesús y de María. Amén.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA 
GLORIAM