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lunes, 13 de junio de 2016

CABALLERO ERRANTE

Despiértame, señor, si me duermo acostado en mis dudas, cobijado con la distracción; búscame, si me extravió en el laberinto de las calles, por entre los rascacielos de las cosas inútiles.
Jamás permitas que mi corazón se doble ante el violento oleaje de la mayoría.
Que yo mantenga alta mi frente orgulloso de ser  tu servidor.
Dame valor para enfrentarme al mundo, y no permitas que los que se rían de mí, ahoguen la verdad que tú, haz sembrado, en los hombres.

Dame valor para realizar sueños, y fuerza, para hacerlos realidad; y no envidiaré a nadie a quien en el mundo llamen cuerdo.

¡Lo más triste no es despedirse, sino no saber hacia a dónde ir!
¡Y lo más triste no es despedir al que parte, sino no saber dónde y para qué te quedas!
Si toda la vida es un camino, y toda la vida es una búsqueda, acéptalo, aunque te duela, toda la vida es una despedida.
¡Y sólo aprendiste a vivir, cuando aprendiste a despedirte!
Y no habrás aprendido a caminar en libertad, buscando lo no alcanzado, mientras no te hayas despedido de lo andado y lo logrado.

La libertad y la valentía que no tienes para despedirte de todo lo dejado y lo perdido, son la libertad y la fuerza que te faltan para seguir andando.


Despídete, de los Hermanos que ya no necesitas, y cuida de ti mismo haciéndote responsable de tu vida., de lo bueno que viviste, sin apegarte al tiempo que pasó, por temor del  presente y del futuro., de las ofensas que te hirieron, sin esclavizarte en la prisión del rencor y la amargura.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO D

GLORIAM