TEMPLARIOS EN MIRAVET
El castillo
de esta población a orillas del Ebro ha sido testigo del paso de los siglos y
es uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa y militar de la orden
del Temple.
“Miravet,
municipio de Catalunya, provincia de Tarragona, comarca de la Ribera d’Ebre,
destaca su castillo templario”.
Miravet se
sitúa a la derecha del Ebro, en el límite con el Baix Ebre y la Terra Alta.
Destaca el castillo templario, situado sobre la colina que domina el río. Es un
monumento declarado Bien de Interés Cultural y uno de los más visitados de
Catalunya.
De estilo
románico cisterciense y espíritu cruzado, está considerado uno de los mejores
ejemplos de la arquitectura religiosa y militar de la orden del Temple en todo
Occidente, junto con el de Peñíscola.
El Castillo
de Miravet es de origen andalusí (puede verse el rastro de las aportaciones
musulmanas de los periodos taifa y almorávide), pero la fortaleza fue
transformada y ampliada por los caballeros templarios.
Por lo tanto, este castillo es una mezcla de estilos islámico, bizantino y cisterciense. Predomina el románico tardío y el gótico de transición. Dispone de salas para la autosuficiencia del castillo: almacén, bodega, cocina, iglesia...
El pueblo de
Miravet se encuentra en un meandro del río Ebro, por lo que su ubicación
siempre ha sido muy buena en caso de conflicto. Es por ello que el castillo fue
afectado por diferentes guerras como las Guerras Carlistas y la Guerra Civil
(1936-39).
El pueblo
antiguo de Miravet, Cap de la Vila, se sitúa al pie del castillo, adaptado a la
roca sobre el río Ebro. Antiguamente constituyó la rápita o centro urbano de la
alquería musulmana de esta población, desde sus orígenes —siglo VIII— hasta la
expulsión de los moriscos en el siglo XVII.
En Miravet,
por otra parte, aún se conserva el paso en barca, el último transbordador
original de todo el Ebro que aún funciona sin motor, cruzando el río tan solo
con la corriente del agua y la maestría del barquero
Castillo de
Miravet, sus paisajes del entorno así como las vistas hacia el rio Ebro
lavanguardia.com
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA
GLORIAM