Año de nuestro Señor 2017, Año 899 del Temple, 12 Noviembre
Investidura del gran Priorato de España de la SMOTH-MIT
POCAC.
Caballeros y postulantes de los cuatro puntos cardinales de
España llegan al monasterio de Uclés, preciosa obra arquitectónica con una
historia riquísima, legado de la Orden de Santiago.
Tras las presentaciones entre hermanos y postulantes ya se
va palpando la predisposición requerida para abrazar lo que vendrá, que no es
ni más ni menos que la aceptación de Dios en nuestro corazón por medio del
Temple.
Después de la cena (solo para caballeros y Damas) vamos
preparando la vela de armas, ceremonia privada que nos ayuda a interiorizar
nuestro compromiso con la Orden, ahí el Espíritu Santo ya empieza a estar
presente en nuestros corazones. Nos acostamos tarde, pero reconfortados la
mayoría.
El día siguiente es un día de hermanamiento entre todos, el
consejo de la Orden es cuando más trabaja, y al final del día otra ceremonia
privada, recordando compromisos y tradiciones de nuestros hermanos, aquí se
producen también fuertes sentimientos y sensaciones, Dios nos va conquistando
poco a poco. Vamos a descansar, que fue un día completo.
Y el último día nos visita el gran Maestre, el cual primero
pasa revista a la tropa para recordar la espiritualidad guerrera y militar de
la Orden, después nos reunimos y nos alenta para afrontar el futuro con la
mejor disposición.
Después de la comida toca la ceremonia de investidura que es
el culmen de toda la celebración y la culminación de un deseo, ser Caballero
Templario, nuestro Gran Maestre nombra con la espada soldados de Dios a cada
postulante que se arrodillaba ante él, y al cual su padrino imponía el manto y
abrazaba.
Fueron días que cambian vidas, días que los corazones salen
henchidos del amor a Dios y amor al Temple, las almas volaban, y no solo las
nuestras, cuando Dios concede beneficios ,el hombre, no puede dejar de
asombrarse y rendirse.
Bienvenidos Caballeros y Damas de la SMOTH-MIT POCAC,
transformemos el mundo, a un mundo con Dios como Padre.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM