Este santuario ya aparece documentado en 1396, cuando se
adjudicaron al ermitaño Bartolomé Aguilar dos casas en el puig d’en Romanyà,
posteriormente llamado de San Miguel, por parte de la Universidad. En 1525,
Pedro Mas dejó, en el su testamento, un censo anual de diez libras a la iglesia
del puig de San Miguel, que ya se había convertido en santuario, bajo la
advocación de este santo.
En 1646, el oratorio fue reformado y se colocó, en 1647, una
escultura de la Virgen, adquirida por el consejo municipal, que fue renovada en
1845 y restaurada en 1987. En 1682 se fundó la cofradía de la Virgen, aunque
fue en 1724 la primera vez que el santuario aparece documentado bajo la
advocación de la Madre de Dios de la Buena Paz.
Durante el siglo XVIII y parte de la centuria posterior,
continuó bajo la jurisdicción de la parroquia y del Ayuntamiento que encargaba
su protección a un regidor, conocido
popularmente como el batle del Puig. Estos terrenos fueron vendidos en
pública subasta, por 7.500 pesetas, a Luís Pou Bonet y las propiedades del
santuario quedaron reducidas al oratorio, la casa anexa y la plaza.
Los monjes, privados de la porción de tierra de cultivo,
fueron cesando, aunque los ermitaños volvieron a residir aquí durante un corto
periodo de tiempo. En 1909, fue cedido de forma efectiva a las hijas de la
Sagrada Familia por parte de Mariano Gual de Togores, aunque la cesión ya había
estado ratificada (1900) por la condesa de Aiamans. Las religiosas habilitaron
la casa rústica como casa de verano para los niños de los hogares del Temple.
Con el remanente de la extinguida Caixa Rural de Montuïri,
en 1946, se reformó el oratorio y la casa anexa, que fue nuevamente renovada
(1960). Desde 1974, se localiza allí un establecimiento de restauración. La
fachada del oratorio presenta dos pilastras en los extremos y dos más en los
lados del portal; éste es adintelado, con un frontón semicircular que acoge un
nicho, actualmente vacío, con la fecha de 1941 en el dintel. Sobre el portal
hay un reloj de sol, muy deteriorado, una claraboya circular y, como remate,
una testera escalonada, con cuatro hidrias, sobre la parte superior de cada
pilastra y, en el centro, una espadaña.
El interior del oratorio es de tipología rural; tiene una
planta rectangular de una sola nave, dos capillas laterales, cubierta de bóveda
de cañón, cabecera absidal con cubierta de un cuarto de esfera, y tribuna del
coro. El retablo mayor presenta tres calles, en la del centro la imagen de la
Virgen de la Buena Paz, a la derecha el Arcángel San Miguel, fechada en 1587, y
a la izquierda San Juan.
El púlpito es de 1855 y la tribuna del coro, sostenida por
tres arcos rebajados, es de 1869.A la izquierda del oratorio, se encuentra el
edificio ocupado por el convento y, contiguo a la iglesia, un bloque con una
escalera exterior de tipología imperial, con balaustrada. Del sector dedicado a
restaurante, destacamos la explanada, levantada en la parte más alta sobre once
peldaños, y con un brocal de cisterna de sección octogonal y arco ojival.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM