Ofrezcan los
cristianos
ofrendas de
alabanza
a gloria de
la Víctima
propicia de
la Pascua.
Cordero sin
pecado
que a las
ovejas salva,
a Dios y a
los culpables
unió con
nueva alianza.
Lucharon
vida y muerte
en singular
batalla
y, muerto el
que es la Vida,
triunfante
se levanta.
¿Qué has
visto de camino,
María, en la
mañana?
A mi Señor
glorioso,
La tumba
abandonada,
los ángeles
testigos,
sudarios y
mortaja.
¡Resucitó de
veras
mi amor y mi
esperanza!
Venid a
Galilea,
allí el
Señor aguarda;
allí veréis
los suyos
la gloria de
la Pascua.
Primicia de
los muertos,
sabemos por
tu gracia
que estás
resucitado;
la muerte en
ti no manda.
Rey
vencedor, apiádate
de la
miseria humana
y da a tus
fieles parte.
en tu
victoria santa. Amén. Aleluya
HERMANO + EMILIO SOTO
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM