Hermanos Templarios, todas las despedidas son dolorosas, más
aún, si la persona que marchó de nuestro lado, representa para nuestra
Hermandad una columna fuerte donde pudimos apoyarnos durante 20 años y de la
que recibimos cada día sus muestras de cariño, ayuda y protección.
Larga fue su batalla contra el mal que le acechaba, dura y
despiadada, hasta que las fuerzas le fueron abandonando y finalmente sucumbió
ante esa mortal enfermedad que todos tememos en éste siglo que vivimos...
Se fue nuestro Páter Toni Vallespir, marchó a reunirse con
los Hermanos que le precedieron, sentimos su marcha y su ausencia, pero llegado
el momento volveremos a encontrarnos con aquél que fue nuestro primer Capellán
del Maestrazgo Internacional Templario.
Páter Toni, allí donde estéis sabed que siempre estaréis
presente en nuestros corazones y esperamos que Dios omnipotente os colme de
luz, de gracia y de amor, por todo aquello que nos disteis en vida... todo
aquello que jamás olvidaremos.
Inclina, señor, tu oído a nuestras súplicas por las que
imploramos humildemente tu clemencia, para que el alma de tu siervo nuestro páter
Antonio Vallespir, que has sacado de
este mundo, le des lugar en la región de la paz y de la luz, y le admitas en la
compañía de tus Santos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM