Queridos Hermanos y Hermanas, aspirantes, familiares y
amigos.
Deberíamos hacer un examen sincero y profundo sobre cuál
debería de ser la utilidad de la Orden para nuestro Señor, y también para
nuestra Madre Iglesia, ya que muchos ansiamos que la Iglesia nos vuelva a
acoger en su seno como antaño.
Puesto que el ser por ser, no tiene ningún sentido, primero,
entre la sociedad actual y la de la Edad media, y segundo entre la Orden
Templaría del siglo doce y las actuales, considero, que deberíamos plantearnos
cómo ser útiles a la sociedad, la
Iglesia, y a nuestro Señor.
Fuera de la Iglesia podemos desarrollar funciones muy útiles
a la sociedad, y, de hecho, la SMOTH-MIT así lo hace, cuando creo la ONG
“Templarios del Mundo”, al igual que se ha creado “Damas y Caballeros de San
Bernardo”, y otras distintas páginas.
Defendiendo los principios de la Orden y
los valores Católicos, tareas las dos propias de las damas y caballeros
Templarios.
“No hay amor más grande que el que a uno le lleva a dar la
vida por sus amigos”. La fraternidad templaría nos conduce a la entrega de la vida
por los Hermanos: es la solidaridad íntima que brota de contemplar la amistad
de Jesús con nosotros. Dios nos llama Hermanos y lo demuestra en la cruz.
Nos encontramos, pues, en una disyuntiva: ante Dios y
Satanás; frente al camino del bien y del mal; atrapados entre las tinieblas y
la luz.
Pero hay algo que se echa de menos, comparando, la vida de
los antiguos monjes-guerreros con los actuales Templarios.
No existen ya las guerras de antaño en las que nuestra
máxima autoridad SS Benedicto XVI nos llame a filas, pero, en lo que toca a
monjes ¿qué podríamos decir?, los antiguos guerreros en tiempos de paz, vivían
en Monasterios y llevaban una vida monacal, es ahí donde nosotros tal vez y
solo tal vez, podríamos ir más allá, no digo que tengamos que ser Frailes, pero
tal vez si mirásemos nuestra vida en la actualidad, ¿podríamos decir que nos
parecemos algo a los monjes guerreros de
la Orden del Temple?
Creo que tal vez deberíamos estar más cerca de nuestra
comunidad de la Iglesia, llevando una vida más religiosa, ponernos a trabajar
con la Iglesia, para que se nos reconozca nuestra labor como Templarios, y no
al revés, ir a la Iglesia, la cual tal vez no hemos pisado en todo el año, y
pedir que se nos reconozca .Mi pensar es que deberíamos ser creó un poco mas
monjes para así, ser más Templarios.
NON NOBIS DOMINE NON NOBIS SED NOMINI TUO DA GLORIAM